Reflexiones sobre un fracaso

Acabo de jugar la última partida del torneo. Jugar es un decir. Abandone en la jugada 10 porque no tenía ganas de estar en ese lugar. Ni de pensar ni nada.
Reflexionando sobre esta situación lo único que puedo concluir es que la derrota de la ronda anterior realmente me desmoralizó, mucho más de lo que yo había creído. Tal vez porque me enfrentó con la realidad de lo extremadamente malo que soy en esto. El club en el que suelo jugar los sábados es, claramente, mucho más flojo de lo que yo pensaba. Viéndolo ahora me resulta obvio. De los jugadores ‘habituales’ solo hay tres o cuatro que son un poco mejor que yo. Lo cual claramente genero una deformación en mis percepciones. Lamentable. Jugar este torneo puso las cosas en su lugar. Probablemente deba dejar de jugar donde lo hago siempre y buscar formas de jugar los sábados en lugares con un nivel más alto. Se verá. Como sea en este momento me siento como para no volver a jugar nunca.

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Volver a estudiar

Desde que juego la defensa Francesa que continuamente sufro de «síndrome del impostor», lo pongo entre comillas dado que en este caso un poco impostor soy puesto que de esa defensa no entiendo casi nada, todos los partidos en que existe la posibilidad de que tenga que jugarla mis sensaciones previas son: ‘esta partida van a mostrar que no entiendo nada de la cuestión’. Esto se ve reforzado cuando la variante en juego es la Winawer, de la que se menos que nada. La primer partida de hoy fue un ‘me cacharon’. Realmente no entendí qué había que jugar.

La partida:

e4 e6 2. d4 d5 3. Cc3 Ab4 4. e5 Ce7 5. a3 Axc3+ 6. bxc3 c5 7. Cf3 b6 8. h4 Aa6 9. h5 Axf1 10. Rxf1 h6 11. Ch4 Cec6 ( este fue el gran problema, estuve a punto de jugar 11. … Cbc6, que es correcta, pero no porque entendiese que había que hacer. Por otro lado lo importante es que fui poco disciplinado, no fui metódico y eso hizo que no pensase en la siguiente jugada de las blancas, creí que intentaba jugar 12. f4) 12. Dg4 Rf8 13. Th3 f5 14. exf6 1-0